Cuando nació el mayor de los hermanos Pinzones se agrió la leche en la olla y se cayó el primer chayote de la enredadera. La tía Socorrito, a quien le gustaba hacer profecías, aprovechó el momento para decir: –La leche agria y el chayote indican que este niño que acaba de nacer va a tener un carácter agrio y espinoso. Es decir, va a ser insoportable. Se equivocaba. El niño nunca dio guerra y no lloró ni cuando le echaron el agua del bautismo. Le pusieron Manuel y en adelante todos los que lo conocieron le dijeron Meme Pinzón. Cuando nació el menor de los hermanos Pinzones cantaron los pajaritos y el campo se llenó de flores. La tía Socorrito profetizó: –Este niño va a ser precioso y tan simpático que la gente se va a pelear por estar con él. Los que la oyeron decir esto voltearon a donde estaba la cuna y en ella vieron al niño amoratado, abriendo la bocota y berreando. Le pusieron Guillermo y le dijeron Memo. Memo Pinzón lloraba de hambre ...